Te da, te saca, te trae, te lleva y te
hace dar mil vueltas… Te prepara para poder enfrentar todos los
momentos, situaciones y circunstancias que se interponen en el camino.
Las buenas, las malas, las lindas… ponele el adjetivo que más te guste, pero
todo lo que sucede, sucede por alguna razón.
Sin
todos esos momentos hermosos y esas situaciones horrendas que viviste no serias quien, ni como sos.
¿Es necesario que para ponernos a pensar en la importancia de la vida
tengamos que pasar momentos tan malos? Por lo que pude observar
hoy, SI.
Por que estamos tan apurados, tan
ocupados y saturados de información, tan enceguecidos con nuestros
asuntos y otras pavadas que no le prestamos atención y no nos damos
cuenta de que la vida nos está pasando. Justo en este momento. Si,
ahora, mientras leés, está en el latido de tu corazón, en la
circulación de tu sangre, en tu respirar…
Hay que tener cuidado, por que no tenemos que dejar que la vida nos
pase por arriba o por al lado. Tenemos que aprender a fluir con
ella, a disfrutar. Que el dinero, el miedo, la inseguridad, la ropa, tu
novio, tu mamá o tu mp3 no te quiten el derecho a explorar y a
conocer lo que te rodea, a vivir tu propia vida.
Pero... ¿Qué es la vida?
No la puedo tocar ni ver… es algo
abstracto. La vida es vivir. No es una cosa ni algo tangible,
es un proceso. Es arriesgarse, es elegir. Porque nunca se
sabe lo que va a suceder. Creo que es genial no saber que es lo que
puede llegar a pasar si salgo a la calle mañana… Si supiera que va a
pasar, no valdría la pena vivir, seria demasiado aburrido y no tendría
sentido.
La vida está en
continuo movimiento. Nunca llega a ningún lugar, ni
tiene final. Incluso cuando morís, la vida sigue igual… Es terrible.
La vida no para, el tiempo sigue avanzando, el mundo sigue girando
con o sin vos. No podemos evitarlo ni cambiarlo. La
muerte es parte de la vida, es algo que tenemos que aceptar,
es algo que pasa, estemos de acuerdo o no. Hoy pensé algo re loco y
bastante cruel cuando bajé del tren en Plaza Constitución. Empecé a
caminar entre la muchedumbre, mire para adelante y me dije: “y pensar
que toda esta gente se va a morir…”
No se si hay algo más allá,
no tengo idea si me voy a ir al cielo cuando me muera. Tal vez
reencarne en un puercoespín, una babosa o talvez se termine ahí y no
pase más nada. No lo se.
Voy a vivir con esta inquietud toda la vida.