30 de junio de 2010

Life is life



Te da, te saca, te trae, te lleva y te hace dar mil vueltas… Te prepara para poder enfrentar todos los momentos, situaciones y circunstancias que se interponen en el camino. Las buenas, las malas, las lindas… ponele el adjetivo que más te guste, pero todo lo que sucede, sucede por alguna razón

Sin todos esos momentos hermosos y esas situaciones horrendas que viviste no serias quien, ni como sos. 
¿Es necesario que para ponernos a pensar en la importancia de la vida tengamos que pasar momentos tan malos? Por lo que pude observar hoy, SI.

Por que estamos tan apurados, tan ocupados y saturados de información, tan enceguecidos con nuestros asuntos y otras pavadas que no le prestamos atención y no nos damos cuenta de que la vida nos está pasando. Justo en este momento. Si, ahora, mientras leés, está en el latido de tu corazón, en la circulación de tu sangre, en tu respirar… Hay que tener cuidado, por que no tenemos que dejar que la vida nos pase por arriba o por al lado. Tenemos que aprender a fluir con ella, a disfrutar. Que el dinero, el miedo, la inseguridad, la ropa, tu novio, tu mamá o tu mp3 no te quiten el derecho a explorar y a conocer lo que te rodea, a vivir tu propia vida. 

  Pero... ¿Qué es la vida? 
No la puedo tocar ni ver… es algo abstracto. La vida es vivir. No es una cosa ni algo tangible, es un proceso. Es arriesgarse, es elegir. Porque nunca se sabe lo que va a suceder. Creo que es genial no saber que es lo que puede llegar a pasar si salgo a la calle mañana… Si supiera que va a pasar, no valdría la pena vivir, seria demasiado aburrido y no tendría sentido. 
La vida está en continuo movimiento. Nunca llega a ningún lugar, ni tiene final. Incluso cuando morís, la vida sigue igual… Es terrible. La vida no para, el tiempo sigue avanzando, el mundo sigue girando con o sin vos. No podemos evitarlo ni cambiarlo. La muerte es parte de la vida, es algo que tenemos que aceptar, es algo que pasa, estemos de acuerdo o no. Hoy pensé algo re loco y bastante cruel cuando bajé del tren en Plaza Constitución. Empecé a caminar entre la muchedumbre, mire para adelante y me dije: “y pensar que toda esta gente se va a morir…” 
No se si hay algo más allá, no tengo idea si me voy a ir al cielo cuando me muera. Tal vez reencarne en un puercoespín, una babosa o talvez se termine ahí y no pase más nada. No lo se. Voy a vivir con esta inquietud toda la vida.