Si,
supongamos que ese dicho que dice “cuando una puerta se cierra, una ventana se
abre” es cierto. Supongamos, también, que cuando te pasa algo malo, al final
desemboca en algo bueno. Supongamos que, al final, es todo cuestión de suerte.
Vamos trasladándonos de la buena a la mala suerte, por consecuencia
de nuestros actos y de los actos de los demás. ¿No tenes idea a que quiero llegar, no? Mira este pedacito de la película "La suerte está echada". (la recomiendo)